Hace más de dos años que no logró consolidar una relación tan linda como la que logré tener con mi ex “AM”. Ha habido más relaciones después de esa, pero nada similar. Ni un grado de comparación. Ella ha sido la única persona que ha logrado en mí una total confianza. Con la que perdía todos mis prejuicios y pudores. Ella por mí hacía todo y yo daba todo por ella. Más de mil peleas y conflicto tuve que soportar en mi casa por salir adelante con esa relación. Porque ella fue quién me dio el puje para decir que sí soy lesbiana y esto quiero para mí.
Lo mejor de todo, es que a pesar de ser tan grande el amor que teníamos entre las dos, y también tan grande que fue el dolor que provocó el término de nuestra relación. Aún así al paso del tiempo supimos llevarlo muy bien y la confianza, cariño y respeto quedó. Quizás no somos amigas, pero tampoco enemigas. Ya no nos vemos con los ojos de antes, sino que cuando nos miramos, sabemos exactamente como somos.
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